Pero las posibili. Durante más de cien años, la increíblemente rica Dust Zone saciaba este apetito interminable, controlada conjuntamente por las Naciones Unidas de la Tierra y la Zone Mining Cooperative. El hiperespacio abrió la puerta a las estrellas, pero los mundos habitables son pocos y distantes entre sí, la superpoblación sigue siendo rampante y el apetito de recursos de nuestra civilización no ha hecho más que aumentar. Estamos en el siglo XXIV y la colonización del espacio no va bien.
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